"Si Amelie prefería vivir en un sueño y seguir siendo una jovencita introvertida, estaba en su derecho, ya que malograr su vida es para todo ser humano un derecho inalienable. "
Sueña Conmigo
26 abril 2008
Quiero dibujar todo lo que siento por ti en bocetos a carboncillo, en paredes con tiza.
Dibujar mi corazón roto a lápiz por toda la avenida.
Dibujar sueños deshilachados en la taza del café.
Dibujar ilusiones perdidas en los charcos, con el pie.
Miénteme, dime que soy perfecta. Con mis uñas mal pintadas y mi pelo revuelto sobre la almohada. Susúrramelo en el oído, muy bajito. Acaríciame las mejillas mientras lo haces. Luego bésame con suavidad en los labios agrietados. Perfecta, eres perfecta. Posa tus manos sobre mis pechos, demasiado pequeños. Y ámame con frenesí. Perfecta.
Perfecta. Soy perfecta apoyada en tu hombro. Reflejada en tus ojos oscuros. Descrita por tu boca y tus palabras. Encajada a tu cuerpo como una pieza más de ti. Acompasada a los latidos de tu corazón. Bailando con mis dedos sobre tu cuerpo. Perfecta, para ti perfecta. Sintiendo tu respiración contra mi piel, demasiado caliente. Y amada con frenesí. Perfectos, juntos solo podemos ser perfectos.
16 abril 2008
No me gusta los muros porque tapan el sol.
No me gustan las vallas ni las fronteras.
No me gusta que todo este cerrado por barreras.
A veces me da la impresión de que nos estamos encerrando a nosotros mismos.
Aunque todos somos nosotros mismos.
Los muros mantienen a los demás fuera, pero también a nosotros dentro.
Y es triste, sin duda, muy triste encerrar y ser encerrados.
Dos años, y se m había olvidado. Dije que las heridas no cicatrizarían y en parte era porque no quería que cicatrizaran, no quería olvidar absolutamente nada de lo vivido. ¿Pienso en ti? Temo decir la verdad, no. Me gusta ser una romántica, me gusta decir que fuiste para mi algo importante cuando solo fue una noche y decir que sigo soñando con encontrarte, pero ya no es verdad, no fuiste nada y no volví a soñar contigo. Duele más de lo que parece, eras un fantasma y te desvaneciste. Me alegro de haberme hundido por una noche en tus ojos verdes, de haber sentido tu mano entre las mías, de haberte conocido y de haberme sentido tan comprendida por alguien en una noche. Me entristece muchísimo haber sido tan cobarde. Y nadie lo va a entender, pero se que tu lo entenderías y no necesito nada más.
Y en algún lugar en el que nunca nos cruzaremos por ninguna casualidad sigues siendo tu con tus ojos verdes.
“Anoche conocí a un ángel. De ojos verdes y alas rotas.”