Desde que coloqué el espejo en la habitación no hago más que mirarme, al principio solo unos segundos, para asegurarme de que seguía con una forma corpórea en la habitación, pero poco a poco estos vistazos se convirtieron en contemplaciones de horas en las que me paseo despacio por mi anatomía, incluso en días, como aquel en el que por buscar defectos en mi pierna izquierda se me olvidó comer. Me miro y pregunto que quiere esa extraña que me mira desde el marco, qué desea, qué teme. Y cada vez encuentro un defecto (o efecto) diferente, un grano en la barbilla, un pelo rebelde sobre la coronilla, unas caderas que ¿no parecen un poco más anchas que con anterioridad?.
Pero lo que más me fascinan son las pupilas, observo inmóvil como crecen y decrecen con los cambios de luz de la habitación.
[Volver a empezarrrr otra vez (8)]
29 septiembre 2008
25 septiembre 2008
Mariposas
.
Pasa sus dedos con una suave caricia sobre el mentón, como olas que lamen una playa desierta y ahora se deslizan hacia la línea de su cuello.
Allí está deslizando su mano por su pelo enredado y dibujando en su mente cada relieve de su anatomía: cada montaña, desierto y selva.
Grabando en su oído el sonido acompasado de su respiración.
Puede oler su perfume detrás de la oreja. Pero lo que de verdad va a guardar para sí es el sonido de su corazón, cuando apoya la cabeza en su pecho.
Allí está deslizando su mano por su pelo enredado y dibujando en su mente cada relieve de su anatomía: cada montaña, desierto y selva.
Grabando en su oído el sonido acompasado de su respiración.
Puede oler su perfume detrás de la oreja. Pero lo que de verdad va a guardar para sí es el sonido de su corazón, cuando apoya la cabeza en su pecho.
Nota el batir de las alas de mariposa en el estómago. Le gustaría poder vomitarlas.
17 septiembre 2008
Tiritas
Recogió el corazón pisoteado contra su pecho y lo llevó a casa, donde estuvo dos semanas en coma antes de que se atreviera a volver a cogerlo, intentó coserlo, pero las agujas nunca habían sido lo suyo y solo puedo cubrirlo con gasa y unas tiritas.
Deja de dolerme.
Nada.
Cero. Desde ahí se empieza.
Y pasito a pasito, que nadie dijo que fuera fácil.
[Yo ya no me preocupo por quien no se preocupa de mi.]
Y pasito a pasito, que nadie dijo que fuera fácil.
[Yo ya no me preocupo por quien no se preocupa de mi.]
03 septiembre 2008
Nublado
Lo único que me apetecía era salir a la calle y correr bajo la lluvia a donde me llevaran los pies. Detenerme solo cuando se me rompieran los zapatos. Mirar a mi alrededor y descubrir que estoy bien, que sonrío y que tu me estas sosteniendo.
Pero abrí los ojos y seguía en clase, el cielo estaba nublado y tu no me cogías de la mano...
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